viernes, 20 de marzo de 2009

Implicaciones socio-ambientales del desarrollo

América Latina se ha caracterizado por tener un pensamiento dominante de un desarrollo el cual deja totalmente de lado el área social y no se diga el área ambiental. Esto se debe, a mi parecer, a que los países “del primer mundo” hacen de nuestro territorio su patio trasero. Aquí ellos han tenido la libertad de arrasar con nuestros bosques y apoderarse de nuestras tierras.


Es muy cierto que la presencia de ellos ya no es tan notoria como en el pasado, pero ese pensamiento de depredadores, lamentablemente, fue transmitido a la gente que habitamos en América Latina. En nuestros países el desarrollo ambiental es algo con lo que apenas empezamos a soñar no hace mucho y ahora nos encontramos con el gran problema que no solo tenemos que luchar por la preservación de nuestros recursos, sino que tenemos que recuperarlos, cuestión que requiere de una gran inversión de dinero.

Esta recuperación de nuestros recursos naturales tiene que empezar por romper paradigmas. ¿A qué paradigmas me refiero? El principal es la creencia que la naturaleza es una fuente ilimitable de recursos. Otro gran obstáculo es que no existe una voluntad política de mejorar la situación ambiental, se cree que el ambiente no es la mayor prioridad, de primero se deben de cubrir los problemas de seguridad, pobreza, salud, etc. Pero hay que responder a la siguiente pregunta, ¿acaso el deterioro ambiental y social no es causante de esos problemas?
Entre las consecuencias de este “desarrollo económico” exclusivo es la gran desigualdad que se ha generado. Las riquezas no están distribuidas de manera equitativa. Por ejemplo, en Guatemala, según estimaciones del PNUD, el 2% de la población es dueña del 72% de la tierra agrícola y más fértil, 87%, tienen apenas el 15 % de la tierra y la mitad de hogares rurales son campesinos sin tierra o poseen menos de una hectárea, con niveles altos de pobreza. Y ni hablar del deterioro ambiental en Guatemala. Basta con decir que Guatemala pierde anualmente 73,148 hectáreas de bosque por distintas causas entre las que sobresalen las actividades del ser humano.

¿Y todo esto que tiene que ver con los problemas “principales” de nuestro país? La pérdida de nuestros bosques genera un deterioro de los suelos, volviéndolos cada vez menos fértiles, y cómo los suelos más afectados pertenecen a las personas con menos recursos, su condición económica se agrava ya que no pueden saciar las necesidades del mercado agrícola porque sus cosechas no son suficientes. Las condiciones insalubres aumentan con el deterioro ambiental. La contaminación de ríos y lagos genera una gran cantidad de enfermedades, ¿adivinen quienes son los más afectados? Pues claro, la gente más pobre del país.

Con problemas de salud y económicos lo único que le queda a esa gente es buscar otras vías para poder mantenerse, por lo general lo encuentran emigrando a otros países o hacia la ciudad capital, o bien incurriendo a actos desesperados cayendo en la ilegalidad y el crimen.

Es por ello que ahora más que nunca se necesita adoptar medidas que fomenten el desarrollo sustentable, y así lograr un balance entre lo económico, social y ambiental. Pero esto no implica solamente cuidar estos aspectos. Se necesita aprovechar las herramientas que el desarrollo económico y tecnológico nos ha dejado, dándoles un enfoque más humanitario. Otro gran factor es la inclusión de la población. Si la población se siente parte del desarrollo este llegará más fácil porque tendrá mas actores. Es más fácil que todos rememos en este barco hacia una misma dirección, para llegar a nuestro objetivo, que cada uno vaya por su lado. La idea de todo esto es que nosotros tengamos una vida digna, dejándole a las futuras generaciones una mejor.

1 comentario:

Cristián Guerra Campo dijo...

Tenemos la oportunidad ahora de incluir y desarrollar dentro del debate político, la adopción de políticas ambientales que sean responsables con el entorno y que se ven son necesarias para el desarrollo y para que este sea sustentable como bien lo has dicho.

Ingenieros Ambientales y Forestales se gradúan de las Universidades, existe normativa legal que aunque limitada, se trata de un buen paso y lo que hace falta es volver el tema una necesidad, desarrollar la conciencia educando y educándose de las implicaciones medioambientales que tiene el utilizar los recursos de forma ilimitada.

Es un tema en el que se integran varias disciplinas, que bueno que lo has traido a la mesa de discusión, buen artículo.