lunes, 20 de octubre de 2008

Revolución del 44

Hoy, 20 de octubre, se celebró el 64 aniversario de la afamada Revolución del 44. A manera de reseña histórica quiesiera contarles la esencia de esta revolución.

En el año de 1944 la gente llegó a su límite de tolerancia hacia la dictadura del general Jorge Ubico. Luego de 14 años de infame represión y cobardes persecuciones el pueblo dijo "Ya no más". Sus gritos y suplicas culminaron con la renuncia del general Ubico el 30 de junio. Éste, tras ver que incluso fieles servidores suyos figuraban dentro de la gente que exigía su renuncia, finalmente dejó el poder, recayendo el gobierno a un efímero triunvirato militar centrado en el general Federico Ponce Vaides.


Las acciones de Ponce solo daban indicios de que otra dictadura militar se avecinaba. Percatados de esto un grupo de civiles y militares, encabezados por el capitán Jacobo Arbenz y el empresario Jorge Toriello salieron la madrugada del 20 octubre a las calles alzados en armas tomando el cuartel de Matamoros y destruyendo una parte del castillo de San José. Con esto al general Ponce no le quedó más que seguir los pasos de Ubico, renunciar al cargo.

Luego del triunfo de la revolución quedó a cargo del gobierno un triunvirato conformado por el capitán Jacobo Arbemz, el mayor Francisco Javier Arana y el empresario Jorge Toriello. Estos convocaron a elecciones las cuales fueron ganadas por el Doctor Juan José Arévalo. A partir de ese momento se dieron los afamados gobiernos revolucionarios, que culminaron con el injusto derrocamiento de Jacobo Arbenz (no ahondo en este momento en el tema).

Esa madrugada marcó un punto muy importante de la historia de Guatemala. Realmente no creo que la gente que participó se haya imaginado que 64 años despúes su heroíco y valiente accionar fuera recordado por gente que ni siquiera lo vivió (refiriéndome a mi). Para serles sinceros para mí el 20 de octubre no es un feriado más, es un día en el que me gusta reflexionar acerca de los logros que se pueden llegar a crear si todos nos unimos. No me mal interpreten, no estoy diciendo que nos alzemos en armas y salgamos a las calles a exigir un cambio. Nuestras armas hoy en día son nuestras habilidades y conocimientos y el cambio somos nosotros. Así que honremos la memoria de esos grandes personajes esforzándonos todos los días por tener un mejor lugar donde vivir y que cada día armemos una revolución.

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